jueves, 14 de junio de 2012

HAY COSAS QUE NO QUEREMOS APRENDER


La humanidad se caracteriza por no querer aprender de los errores, ni del pasado. Nos congratulamos durante décadas por un acto relevante, por ejemplo la llegada del hombre a la luna, pero queremos olvidar tan rápido lo que hacemos mal, que no llegamos a aprender la lección, o eso parece.

Viendo a rusos y polacos zurrándose la badana en las calles de Varsovia con motivo de un partido de fútbol, y debido a las connotaciones histórico-geográfico-políticas, no puedo evitar pensar en aquel acto de barbarie que supuso la Segunda Guerra Mundial (por nombrar algún conflicto, porque podríamos hacer referencia a otros), y que parece que queremos olvidar rápido, o  rememorar de esta manera tan violentamente gratuita y desacertada. Y a raíz de aquí, y por extensión, reflexionar sobre lo poco que la humanidad aprende de sus propios errores.

Caminamos inexorablemente hacia el futuro, y éste por definición es incierto. Pero es que, mirando el pasado que debería servir como referente, veo los mismos errores una y otra vez. Nuestro principal problema son los motivos,  porque pensamos que dichos motivos pueden justificar una guerra. Estudiamos las razones que provocaron conflictos en el pasado, calificando algunas de “sinsentido”, pero no nos paramos a analizar las actuales, porque decidimos justificarlas con las circunstancias (coyuntura), incurriendo en el mismo error que en el pasado. 

Sé que es una extrapolación exagerada, que sólo es un partido de fútbol, pero la pregunta es que cómo algo tan nimio puede traer a la mente catástrofe tan grande. Y lo cierto es que no hay respuesta. Se podría decir que soy un pesimista, si en la actualidad no hubiera guerras, pero no es así. Miles de años, y “la guerra” todavía no es un recuerdo.

Se han librado batallas por la libertad, pero nunca se ha luchado por la convivencia más allá de acuerdos, intereses o tratados. Se ha combatido por tierras, pero nunca para compartirlas. Se ha luchado contra un tirano, pero nunca contra la tiranía… jamás hemos luchado contra la guerra. Venceremos algún día en una contienda que dura miles de años, donde perder o ganar siempre lleva al mismo desenlace, la destrucción… venceremos un día la guerra contra nosotros mismos. Seremos vencedores y vencidos, pero ya no habrá nadie para contarlo.

Enseñamos las guerras en los libros de historia, pero no aprendemos nada.

ENRIQUE CABRERA

1 comentario:

  1. Enrique,me viene a la memoria un artículo que escribiste recientemente sobre el racismo,y lo vinculo con este tema,pues,la discrimación en su conjunto ha sido y es uno de los tantos motivos por los cuales se generan guerras.La intolerancia,la prepotencia,el defender nuestra posición al extremo tal de llevar nuestras diferencias a un campo de batalla,en vez de a una mesa de diálogo.Pero creo que hoy en día más que motivos para un conflicto armado,lo que hay son excusas.Vivimos en un sistema,el cual no llegamos a comprender del todo bien,y la guerra,lamentablemente,forma parte de él.

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