miércoles, 8 de febrero de 2012

EL MIEDO DEL MEDIOCRE ES LA MARGINACIÓN DEL MÁS APTO


Lo queramos o no, por lógica matemática, la mayoría de las personas de una sociedad somos mediocres. Sí, mediocre no es más que “de calidad media”. Una persona que sin ser superior al resto en nada, hace bien su trabajo. Por tanto, como la mayoría de nosotros.
  
Hemos creado una sociedad en torno a la mediocridad, ya que por ser mayoría, todos los aspectos  de dicha sociedad deben adaptarse a ello. Todos los entornos en los cuales hemos de desarrollarnos, son mediocres, ajustados a lo que la mayoría necesita. Esto ha supuesto llevar por un camino equivocado el concepto de igualdad y oportunidad en los ambientes que, a lo largo de nuestra vida, pero sobre todo en los referentes a nuestras primeras etapas, nos sirven de contexto para nuestra realización como individuos. Para intentar explicar esto lo mejor posible, lo haremos sólo hacían referencia a dos ámbitos: la educación y el ámbito laboral.

Es triste y vergonzoso, leer expresiones como: “la problemática del alumnado superdotado”. Es triste y vergonzoso, que muchos países nieguen la existencia de tales personas. Y es triste, y vergonzoso, que nuestra reacción en una clase sea la de “no decir que alguien es mejor que los demás” para que “los demás” no se sientas agraviados. Ese es nuestro concepto de igualdad y oportunidad en el sistema educativo. Si al que es menos dotado hay que echarle una mano y al mediocre hay que darle un empujón (algo lógico); al más dotado hay que darle una escalera para que sea capaz de desarrollar todo el potencial. Pero no. Darle a ese alumno más herramientas para que prosiga por delante es “marginar” al resto. Parece que admitir que un alumno es muy inteligente (admitirlo delante de los demás), es lo mismo que decir que el resto son unos lerdos. Nuestro sistema está tan acostumbrado a ser mediocre, que no hay cabida para personas excepcionales. No estamos preparados, no nos preocupamos mucho de ello, y rara vez se apoya al más listo; porque es “listo”, y puede apañárselas solo. Esto puede generar una deficiencia en el niño o en el adolescente.  Esa falta de atención en pos de alumnos menos capacitados que ellos, a la larga podría enclavarlos, a ellos mismos,  en esa “mayoría mediocre”. Ocurre más veces de la que imaginan.
               
En el aspecto laboral es mucho más patético. Simplemente se tiene miedo de admitir que alguien es el mejor, o mejor que nosotros. Envidias a parte, en muchas ocasiones una persona no llega a más, porque no tiene a su alcance los medios necesarios para ello. Por motivos de inversión, de dificultad, de equipo cualificado etc.

Por una razón u otra, por error sistemático, por motivos personales (miedo), de inversión o estructurales, en esta sociedad ser “el mejor” o “muy bueno”, no compensa.
                
 ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué en una sociedad avanzada y “comprensiva” en la cual “todos quieren continuar hacia un mundo mejor”, un genio no tiene la suficiente ayuda? Porque los estamentos más importantes a nivel gubernamental, científico, educativo, económico, comercial etc., están “comandados” por mediocres. No, no quiero la utopía de Platón. Lo que quiero es que dejen de tener miedo por su “culo” y se den cuenta de que uno de esos genios, un día, podría salvárselo.

1 comentario:

  1. Estamos en la época de lo políticamente correcto, del no destaques para que no te vean y del no seas tú, se grupo para poder avanzar aunque ello conlleve ser infeliz.

    Besitos

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